Te amo, amor III

12.12.14

En el capítulo anterior...

Después de que supere la enfermedad estará sentada a mi lado vestida de novia y unos días antes estará de despedida de soltera con sus amigas bebiéndose hasta el agua de los floreros mirando a todo lo que tenga dos piernas y pene. Y yo, yo estaré feliz, feliz porque sé que los próximos meses que vamos a vivir solo serán un capítulo más en nuestra vida y que en esos momentos van a quedar atrás, muy atrás porque el futuro es nuestro y lo voy a vivir a su lado. 


MARTA
Por cortesía de ▲ r n o, fuente flickr

¡Qué fácil es hablar sin saber! La positividad de este hombre me desespera. Reconozco que a lo mejor me pasé un poco con la carta, que me deprimí mucho, pero no sé que pensaréis vosotras, pero si te dicen "aquí no tenemos los medios para curarte, en Estados Unidos sí" pues creo que es lógico tener miedo, ¿no?



Le tengo aquí a mi lado durmiendo como un sapo. Boca abajo, estirado como el hombre del Vitruvio y con la babilla cayéndole por un lado de la cara. ¡Que asco! ¡Está babeando la almohada!
Os lo confieso, Carlos está muy alejado de ser el hombre perfecto. Es moreno, ojos marrones, ni gordo ni delgado, ni muy musculoso y tampoco fibroso... Aparentemente es un tío normal, ni más ni menos. Aunque es cierto que desde que apareció en mi vida la cambió para bien. Es un hombre divertido, le encanta hacerme reír y su deporte es provocarme cosquillas por todas partes del cuerpo, en lugares que ni siquiera sabía que era posible tenerlas. Yo creo que es porque me pone nerviosa, pone su pose de “voy a atacar al pobre cervatillo " (que soy yo) y él en plan cazador, me dan ganas de reírme sin venir a cuento. Jamás lo confesaré ante él, pero me encanta que haga eso. Eso sí, como pudisteis comprobar en la carta también tiene un carácter...

- Buenos días Marta - susurró soñoliento- Plooooooooffff. ¡Uy lo siento! - dijo sonrojándose.
- Buenos días Carlos. Supongo que con ese pedo hemos llegado a ese punto en la relación en el que no pasa nada por tirarse ventosidades cuando estamos juntos... - Le vacilé.
- Muy graciosa. Ha sido sin querer, yo jamás me tiro pedos. Creo que fueron los garbanzos.
- ¿De cuándo?, ¿del miércoles? Estamos a sábado...
- Eh... Sí, es que soy de digestión lenta, ya sabes... - dijo dubitativo.
- Jajajajajaja ¡cariño! ¡Que no pasa nada! Son cosas que pasan. Somos imperfectos...
- Y tanto, solo hay que olerte...Vete a la ducha que hueles mal. - Mientras se tapaba la cara con una almohada.
- ¡Y tú cambia las sábanas que has babeado la funda de la almohada
- ¡Imposible! Yo no babeo por las noches.
- ¿Ah no? Mira eso de ahí... Te aseguro que no es porque te haya tirado un vaso de agua. - Pronuncié ponzosoñamente.
-Lárgate a la ducha y arréglate, pero ponte cómoda.
- ¿Arreglarme? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuándo?
- Deja de ametraellarme con preguntas y haz lo que te digo.
- Jooooo, quiero quedarme en la cama... Mirándote, besándote y bueno lo que viene después...
- Suena francamente tentador Marta, pero no quiero quedarme en casa...
- Está bien, pero ¿dónde vamos?, ¿compras?, ¿a ver una exposición?, ¡dame pistas!
- Marta, no preguntes más. - Se estaba empezando a exasperar- Ponte cómoda, es una orden.- Y me dio un beso corto en los labios.
- ¡Pues me llevo las sábanas, ala!
- ¡Pues muy bien! Total ya me has destapado toda la noche, así que no encontraré la diferencia. - Y dí un portazo.



CARLOS

Esta mujer pregunta demasiado. La verdad, os confieso que no sé a dónde quiero llevarla, pero sé que si nos quedamos en casa no haremos nada en todo el día y de nuevo empezará a deprimirse. Descarto las compras, no necesitamos nada para el piso y tampoco ropa. El armario un día le va a reventar y yo no quiero ir de tienda en tienda mientras ella ejerce de mi personal shopper. Sé que ir de compras es es lo que más le gusta en este mundo, pero no hoy.

Necesita distraerse y creo que tengo una idea. Desde hace mucho tiempo, lleva quejándose de que nunca salimos de Madrid, que no respiramos aire puro, que si somos demasiado urbanitas... ¡Ni que ella se hubiera criado entre cebollas, pepinos y tomates! Como estamos en primavera y hoy hace buen día, cogeremos el Mercedes clase E y nos iremos a visitar Manzanares el Real, tiene un castillo que por lo que me han contado es espectacular, así que como no puedo comprárselo y tampoco creo que esté en venta, llevar a visitar un castillo a mi reina urbanita, cabezota y quisquillosa, creo que puede ser un buen plan. "Un castillo para mi reina", me gusta como suena, se la diré cuando lo estemos visitando.

Marta ya ha salido de la ducha, sale desnuda con solo una toalla rodeando su cuerpo. Se le nota cabreada aunque no entiendo por qué. Sus piernas torneadas, las gotas de agua que todavía cubren su piel, su melena cubierta por una toalla. No puedo evitarlo, cada vez que la veo me deja sin respiración y enfadada me gusta aún más. No sé si después de estar con ella me espera el infierno, pero no me importa porque cada vez que la veo creo estar en el paraíso.



CONTINUARÁ...

¿Qué os ha parecido?

¡Muchas gracias por leerme! Espero ansiosa a leer vuestros comentarios.

10 comentarios:

  1. A mi me encanta! Cada vez se pone mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste Isa. Gracias por comentar. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Me ha gustado jaja eso si, como dato, no me gusta que en las historias haya modelos o marcas de lo que sea porque como no estoy al tanto me salgo totalmente de la historia para ponerme a buscarlo en Internet xD pero esto es una aclaración mía personal xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te confieso que yo he tenido que buscar el modelo de vehículo, quería que fuera un descapotable de gama media-alta y ese fue el que encontré. Lo tendré en cuenta para las sucesivas veces. Muchas gracias por el comentario y por el dato, lo tendré en cuenta. Muchas gracias por comentar. Un abrazo :)

      Eliminar
  3. Babeos, ventosidades y ronquidos....jajaja, real como lo vida misma !!!
    Nos quedamos esperando la siguiente entrega, gracias !
    Besos !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja esa es la idea. Voy a probar a alejar del modelo de héroe a Carlos, creo que precisamente en esos "antihéroes" como él, se encuentran los verdaderos héroes. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.

      Eliminar