Te amo, amor V

26.12.14

En el capítulo anterior...

Dice que me va a llevar a un sitio, me encantaría ir a Manzanares el Real al ver el castillo, cuando  salga de la ducha se lo sugeriré.
¡Ahora sí! Ahora sí ha empezado bien la mañana.



MARTA

—¡Preparada!
—Perfecto.
 Oye cariño que he pensado, que si te parece bien y no estropea mucho los planes...   dije mientras me retorcía un mechón del pelo en el dedo. Que podríamos ir a Manzanares el Real.
—¡Marta, era justo donde tenía pensado llevarte!
—¿¡En serio!?  Exclame sorprendida.
¡Te lo prometo!
—Te adoro, ¿lo sabías?
—Mmmm sí tenía una ligera sospecha sobre ello —Y me dio un beso tierno en los labios que prometía más. — Vamos andando preciosa. — Interrumpió el beso separándose de mí. —Te quiero.



Cogí el bolso de mano y la americana que estaban desperdigadas por el sofá. Carlos ya me estaba esperando con las llaves del descapotable en la mano y con las llaves de casa en la otra. Salí de casa y cerró la puerta detrás de mí. Bajamos las escaleras como dos adolescentes enamorados. Sin parar de darnos besos durante las cuatro plantas que faltaban hasta llegar al portal. 
Fuimos a la cafetería de la esquina. Se trataba de un cafetería nueva con pastelería de alta calidad típica del barrio en el que vivimos. Pedimos dos cafés con leche y dos croissants con mantequilla y mermelada de fresa y un muffin de chocolate, ¿quién dijo dieta?

Después de desayunar y salir con tres kilos más cada uno cruzamos la calle y fuimos hacia el garaje. Casi me mato con las sandalias de cuña por la rampa, menos mal que llevo unas sandalias planas para luego. 

Por cortesía de M. Peinado, fuente flickr
Me abre la puerta y entro al coche. Cojo el pañuelo de las grandes ocasiones y me lo pongo en la cabeza con las gafas de sol. Parezco una de esas típicas mujeres de las películas de los años cincuenta que llevan un pañuelo en la cabeza para no despeinarse. Está algo pasado de moda y con la coleta que llevo no sería necesario, pero me parece divertido.



CARLOS

Miro de reojo a Marta y ¡oh, oh! Ahí está otra vez con ese maldito pañuelo en la cabeza, no me gusta nada como le queda, pero a ella no parece importarle.
Arranco el coche, dejo preparado el gps y quito la capota. Nos incorporamos lentamente en la calle y disfrutamos del sol de la primavera de mayo. En esta época del año, Madrid ya huele a terrazas, buen tiempo, vacaciones, sol...
En poco más de media hora llegamos. 
—Guau, ¿Carlos has visto el castillo? —exclamó sorprendida.
—Sí, es espectacular. Fue mandado construir por don Diego Hurtado de Mendoza en el s.XV, participó en su construcción Juan Guas que construyó otros edificios como el Convento de San Juan de los Reyes, el palacio del Infantado en Guadalajara, étc. Este castillo es el mejor conservado de la Comunidad de Madrid y uno de los mejor conservados de España. No me extraña que se hayan rodado tantas películas y series. Es maravilloso.
—Me asombras cariño. ¡No sabía que tenías tantos conocimientos sobre arquitectura!
—Tenía que sorprenderte, amor. — Puse la cara mientras no desviaba la atención de la carretera para que Marta me diera un beso—  Te amo, amor,
—Yo también te amo, amor. — Dijo divertida.

Entramos en el castillo y si por fuera es bonito e impone, por dentro es aún más bonito. Las vistas de la sierra y del embalse de Santillana hace es impresionante ver el cambio entre la gran ciudad y el campo y la tranquilidad que se respira donde parece que se ha estancado el tiempo.

Marta en cuanto vio la primera escalera de caracol, se cambio las cuñas por unas deportivas.


MARTA

Sé que debo parecer un adefesio y un atentado contra la moda, al llevar un vestido blanco de guipur que llega hasta la rodilla, con americana y unas deportivas new balance, pero mi integridad física está por encima de todas las cosas. Solo espero que nadie me haga una foto con estas pintas y si lo hace que los pies salgan cortados.

—¡A ver princesa ponte para la foto!— dijo Carlos mientras cogía la cámara reflex que llevaba colgada del cuello — .
—Vale, pero por favor, recuerda que no tengo pies. — Mientras empezaba a poner mi pose de siempre. Labios hacia fuera, mano en la cadera, pecho fuera y cruce de piernas para parecer más delgada.
—¿Estás lista? 
—¡No! Un momento mientras termino de colocarme. — Me hace una foto y le pide a un señor que pasa por su lado que nos haga una. Viene hacia mi. Sube de un salto hasta los escalones en los que estoy subida y me agarra por detrás. Nos hace una foto.
—Marta mira hacia a mi ahora y abrázame las caderas, mientras me miras a los ojos, yo haré lo mismo. Quiero tener una foto así nuestra.
—Yo también la quiero. — Le doy un beso fugaz en los labios 
—¡Muchas gracias señor!— Baja Carlos y me agarra de las caderas para bajarme. Al hacerlo se me sube el vestido y vuelvo a dar otro espectáculo, no solo son los pies, ahora los turistas que nos rodean también me han visto el culo.
—¿Han quedado bien? — Pregunta el señor.
—Eh, eh preciosas. — Balbuceo— ¿Les hacemos unas?
—No, no hace falta, es la cuarta vez que vengo con mi mujer aquí ya tenemos muchas. Muchísimas gracias de todas formas. 
—A usted, Nos ha hecho la foto más bonita que tenemos hasta ahora juntos.
—Me alegro. Hasta luego.
—Hasta luego.




CARLOS

Mientras Marta se duchaba por segunda vez esta mañana encontré un restaurante precioso al que ir y reservé. Después de comer fuimos a dar un paseo y seguimos haciendo turismo. La ermita de nuestra señora de la peña sacra, el castillo viejo. Los recorrimos y nos maravillamos. 

Estaba anocheciendo y decidimos que ya es un buen momento para volver a casa, Marta estaba cansada después de todo el día y con su enfermedad aún más. Hoy ha sido un día de ensueño, de esos de los que guardas en tu memoria y no quieres que acaben nunca. Guardaré los momentos en mi memoria para afrontar los meses que vienen, no serán fáciles, ni sencillos, pero los afrontaremos juntos. No voy a separarme de ella. No voy a permitir que le pase nada. 

Por cortesía de David DeHetre, fuente Flickr
Mientras conduzco, me permito un momento mirar a las estrellas y jurarles que cuidaré de ella, que no quiero que la enfermedad se la lleve. Tengo el corazón pleno, hinchado de felicidad, de amor. La amo, la amo sobre todas las cosas y ojalá me permita la vida poder compartir con ella el resto de mi vida.
Sigo conduciendo atento a la carretera, la miro de reojo y veo que está dormida con la cabeza apoyada en el cristal, parece un ángel, un ángel rubio de ojos castaños y melena lisa. Empieza a sonar en el equipo de música del coche "use somebody" de the kings of leon con la versión hecha por Boyce Avenue: " I've been roaming around/ Always looking down at all I see / Painted faces, fill the places I can't reach / You know that I could use somebody / You know that I could use somebody /Someone like you, and all you know, and how you speak"

Bajo la música y veo que Marta se despierta.

—Me he dormido— susurra adormilada.
—Sí, descansa preciosa. Cuando lleguemos a casa te despierto.
—Vale.

Media hora más tarde llegamos a casa, aparco el coche con suavidad en el garaje. Marta sigue dormida. Salgo del coche, abro el maletero y cojo las deportivas y la cámara, las meto en una mochila que me la pongo en los hombros como si fuera un colegial. Cierro el maletero y abro la puerta del copiloto, le quito el cinturón y la cojo en brazos y a continuación un vecino que nos ve llegar me ayuda con el coche. Marta sigue dormida, ni se ha enterado de que estamos ya casi en casa. La bajo de mis brazos y la ayudo a apoyarse contra el espejo del ascensor, se despierta débilmente y entre abre los ojos. Salimos, ya está algo más despierta. Abro la puerta de casa y la ayudo a ir al baño, sigue perezosa. Lleno la bañera, y la ayudo a meterse en el agua...


CONTINUARÁ...



¡Hasta aquí el post de hoy! 

Espero que os haya gustado. Muchas gracias por leerme. Espero ansiosa a leer vuestros comentarios :)







8 comentarios:

  1. Fue un hermoso día para ambos,me conmueve Carlos...
    Ya quiero seguir leyendo sobre ellos
    un abrazo!

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    1. A mi Carlos me enamora, es el tan tierno :). Muchas gracias por comentar Isa :)

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  2. Un dia inolvidable...desde luego, esta pareja se merece ser felices por siempre jamás.
    Besitoss!

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    1. Sí Maribel, se lo merecen y lo serán, pero hasta entonces tendrán que sufrir un poquito, ¿no?. Aprovechad que en breve, van a sufrir y mucho :(. Gracias por comentar. Un abrazo.

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  3. Tengo claro que si yo tuviese un descapotable... aunque fuese una vez... tendría que hacer lo del pañuelo xD

    Esperando estoy la siguiente parte ^^

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    1. Jajajajaja, ¿a que sí? Por eso lo puse, porque es un guiño a las películas antiguas y porque también me encantaría hacerlo xD. Muchas gracias por comentar Estefanía. Un abrazo.

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