En el capítulo anterior...
—Entonces, Marta te veo mañana. Os acompaño al despacho de mi secretaria para que terminéis con todo el papeleo. Hasta mañana—el doctor Smith me da la mano para despedirse, noto un hormigueo en los dedos. Y otra vez la mirada intensa del doctor Smith.
CARLOS
Ese doctor no me gusta. Me he hecho el tonto, pero me he dado cuenta como miraba a Marta. La desnudaba con la mirada. Tenía una mirada felina, parecía que quería tirarse encima de MI novia. Sí lo digo con mayúsculas porque parece que al doctorucho ese no le ha quedado claro, que la pareja de Marta soy yo y no él.
He estado muy incómodo con sus preguntas, que si teníamos pensado tener hijos. ¡Pues claro! ¿Qué pareja que se casa no piensa tener familia? Al hacer la pregunta noté cierto deje de mala leche, como si quisiera que a Marta le entraran dudas. Afortunadamente Marta no es así, no se ha dejado intimidar por esa apariencia de hombre de anuncio, o eso espero. He notado como se ponía un poco nerviosa cuando le ha dado la mano al final para despedirse, supongo que será porque ella también tenía muchas ganas de salir huyendo del hospital.
Voy pensando en esto cuando ya hemos salido de la consulta de la secretaria. Nos dirigimos hacia el ascensor que está al final del largo pasillo que hemos recorrido antes.
—Carlos, ¿estás bien? Te noto muy callado.
—Sí, perdona, estaba pensando en cómo podremos volver al hotel- miento.
—Si te apetece podemos volver andando, no me encuentro cansada y así conocemos mejor la ciudad y nos empapamos un poco del ambiente de esta ciudad, de sus costumbres, de sus gentes...
—¿Seguro que estás bien? Me parece buena idea, pero no quiero que llegues muy cansada al hotel. Mañana va a ser un día duro.
—De verdad cariño estoy bien. Me encuentro genial.- me agarra del brazo y me gira hacia ella, me sonríe de esa manera que sé que me está diciendo la verdad y accedo.
—Vale, pero prométeme una cosa, Marta.
—Lo que tú quieras cariño.
—Bueno, realmente son dos cosas...
—Bien, no hace falta que me las digas. Te las prometo, sean cuales sean te las prometo.
—Te las diré de todas formas. La primera, que si en cualquier momento e empiezas a encontrar cansada me lo dirás de manera inmediata.
—¡Claro! Me encanta que te preocupes tanto por mi "perfecto hombre imperfecto" - y me da un beso corto en los labios a la vez que me agarra la chaqueta para acercarme a ella.
—Smith, es el doctor, Smith. Y tranquilo. No me llama nada la atención, parece muy pagado de si mismo. Tiene pinta de ser el típico hombre al que se le arrodillan todas las mujeres en cuanto pasa por su lado. A mi me gustan los hombres como tú. Esos hombres que se tiran pedos por las mañanas en la cama, que huyen de las cremas y que solo utilizan la cuchilla para afeitarse la barba y no otras partes del cuerpo. Además no aguantaría a un hombre que se arreglara más que yo. Me sentiría extraña. No sé, como un bicho raro.
—Así que es eso lo que te gusta. Un hombre normal, eh... Pues creo que soy lo más estándar del mercado...
—Y eso es precisamente lo que me gusta de ti. No necesitaste nada más que ser tú mismo para llamar mi atención, y no necesitas nada más que que ser como eres para mantenerme enamorada, tú eres mi hombre diez, sin ser un hombre diez.
—Te quiero Marta. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida- me acerco a ella y la empujo suavemente contra el ascensor. La empiezo a besar la boca, el cuello y meto mis dedos por la cinturilla de su pantalón en dirección al centro de su deseo. En ese momento se oye el pitido de que las puertas se han abierto -Mierda.
—Espero que no nos hayan visto- dice Marta señalando a la cámara que hay en el ascensor- Porque de haberlo hecho no podré volver a mirar a nadie del personal de seguridad sin que me muera de vergüenza.
—Si no lo han hecho ellos, las catorce personas que están esperando al ascensor sí lo han hecho y seguro que intuyen hacia donde dirigía mi mano cuando se han abierto las puertas.
—Carlos sal por favor que me estoy muriendo de vergüenza.
—Bueno, así sabrán de quién eres- digo mientras salgo del ascensor agarrando a Marta de la mano.
—Hombre de cromañón. Puedes ponerme si ves que tal un pendiente que ponga "propiedad de Carlos"- dice Marta visiblemente molesta.
—Pues no sería mala idea. En cuanto lleguemos al hotel eso lo primero que voy a hacer- bromeo.
MARTA
He dicho a Carlos que no me he fijado en el doctor Smith, pero, ¿¡cómo no hacerlo!? Ese hombre destila sexo por cada poro de su piel. Su manera de mirarme, de acariciarme los dedos, su mirada incisiva. Parecía estar buscando un rastro de debilidad, de duda... Y creo no haberla mostrado, no al menos de manera consciente...
Está mal que lo diga, pero me ha atrapado, me pone nerviosa. No he dejado de temblar durante todo el tiempo que hemos estado en la consulta. La situación ya me ponía nerviosa de por si, pero el hecho de que el doctor mantuviera esa actitud, me ponía aún peor. Es el hombre más sexy que he visto en mi vida. Lleva tatuado en su frente hombre peligroso. No sé como voy a hacer para mantenerme alejada de él cuando le voy a tener tan cerca. Odio esta situación. Ojalá el mayor especialista en mi enfermedad del mundo fuera un hombre feo, gordo y viejo, o una mujer. Pero no, me ha tenido que tocar don "estoy más bueno que el pan". Eso hace imaginarme desnuda restregándole crema de chocolate por encima de sus más que seguros abdominales marcados y sin pelo. Hasta ahora me han gustado los hombres normales y con pelo donde se tienen que tener, pero no me imagino así al doctor Smith, tiene pinta de estar depilado entero.
Marta, mierda aleja esos pensamientos y esa atracción. Recuerda, no es el hombre adecuado, es un hombre problemático. Seguro que está casado y se ha tirado a medio hospital. Aunque no estuvieras con Carlos, ¿querrías ser una más en su lista de conquistas?
CONTINUARÁ...
¡Hasta aquí el post hoy! ¿Se empezará a resquebrajar el cuento de hadas? En los siguientes posts os lo contaré.
¡Muchas gracias por leerme! Espero ansiosa a leer vuestros comentarios.
¡Por Dios! Estoy igual que Marta entre espada y pared... y lo del ascensor... uff creo que alguien tiene el complejo de posesividad de Grey. se pone mejor. Besos Guapa!
ResponderEliminarHola Isa. Es que Carlos no sabe qué hacer, sabe que ese hombre no le gusta. Al fin y al cabo él también es hombre y sabe que si se propone ir a por ella, siendo lo guapo que es.... Podría dar problemas. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarAyyy qué miedo me da esta situación...y veo a Marta entre la espada y la pared.
ResponderEliminarGracias por la entrega de hoy, besitos !
Marta está que no sabe qué hacer. Por un lado tiene un hombre que la ama, que es tierno y dulce. Y por otro, uno que le saca los instintos más primarios... Veremos cómo se desarrolla esta pareja... Un abrazo.
EliminarTengo que decir que a mi me cabrea mucho la actitud del doctor jajaja si yo estoy enferma voy al hospital y el doctor (esté como esté) se pone a desnudarme con la mirada no me sentiría cómoda con que me tratase, es probable que no volviese xd muy poco profesional jajajjaja pero yo soy muy quisquillosa, me pasa con todas las profesiones en las cuales dependes de otra persona si me pones un profesor en lugar de un medico me cabrearía igual xD
ResponderEliminarEs que el doctor es un Adonis, un hombre que no puede evitar fijarse en las mujeres. Es guapo y lo sabe, lo que no quita que sea un excelente profesional. Marta por otro lado tiene ahí un conflicto, reconoce que es atractivo, pero tampoco puede salir huyendo, recuerda que se tiene que curar y él es el único que puede hacerlo... ¿Te irías de la consulta si tu enfermedad fuera incurable en otro lado que no fuera Houston y si tu vida estuviera en sus manos? xD.
EliminarUn abrazo.
No, pero a lo mejor le pegaría una paliza por "cerdo" xD una amiga tuvo que cambiarse de gimnasio porque el monitor se aprovechaba de su cargo para arrimarse más de la cuenta y no estaba haciendo nada tampoco pero la hacía sentir incómoda con que si es un médico que vas a dejar tu vida en sus manos... ajajajjaja yo le atizaba xD
EliminarJajajajaj de momento no la ha tocado... Veremos si llega a hacerlo... Un abrazo guapa.
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