En el capítulo anterior...
—Lo que has oído —replico.
—Bien, eso añade un nuevo castigo a lo anterior —dice mientras se muerde el labio mientras me lanza una sonrisa ardiente.
—¡Que pena que el tiempo pase tan lento! —me quejo.
—Eso también forma parte de la penitencia...
CARLOS
En la comida le estuve explicando a Marta dónde estaría nuestra casa y le estuve enseñando fotos. Le pasó como a mí, le encantó.
Conseguí negociar con el propietario para podemos mudarnos el viernes, como hoy es martes, tampoco falta tanto y en estos días, si Marta no sale muy cansada podremos hacer turismo por la ciudad. Aunque hoy no va a ser el día, hoy está castigada. Pero no os penséis, no la voy a hacer daño, más bien voy a tratar de enamorarla un poco más.
He comprado todo en un supermercado local. No me ha costado mucho encontrar unas esposas, velas, incienso y bueno, me he comprado también ropa interior nueva. Sé que no me la va a ver, o al menos no se va a fijar en un primer momento, pero algo es algo, ¿no? Los supermercados de aquí son como los de las películas, en concreto me recordaba a la película de Natalie Portman where the heart is en España se llamó la fuerza del amor. En ella la protagonista después de ser abandonada por su novio estando embarazada vive en un supermercado. Bueno pues era exatcamente lleno de pasillos, con multitud de productos en los que puedes encontrar desde una podadora para el jardín pasando por la zona de venta de medicamentos, ropa... Auténticas miniciudades centro del propio supermercado.
Después de hacer la compra volví al hotel, me duché rápido, dejé estrategicamente colocadas las velas sin encender en la habitación, la cubitera con el champán dentro y unos bombones de chocolate con corazón de avellana por dentro. No he preparado muchas sorpresas de este tipo, pero para ser un novato, me quedó bastante bien y más teniendo en cuenta el poco tiempo que he tenido, espero que cuando Marta lo vea le guste. Después de eso me vine corriendo para el hospital.
Miro el reloj, son las cinco y media de la tarde y Marta tiene que estar a punto de salir. Decido esperarla en el hall con una revista sobre madres lactantes. Sí es absurdo, pero no quiero que Marta me vea con el móvil en la mano, dice que estoy demasiado obsesionado con él y he decidido hacerla caso.
Me he puesto unas converse negras con unos vaqueros negros desgastados una camiseta de aerosmith verde oscura y encima llevo una cazadora negra de cuero. Parezco más joven, casi un chaval de quince años que espera nervioso a su chica. Y en el fondo es así, estoy esperando a mi chica...
Diez minutos más tarde la veo aparecer...
—Ahora sí nena —me dirijo hacia ella y la abrazo.
MARTA

Carlos ha venido a buscarme al hospital y por tercer día consecutivo estamos dando el espectáculo. Me ha vuelto a dar un beso de esos de película, en esta ocasión, porno delante de todo el que quisiera mirar sin importarle que estuviera delante. Creo que a partir de ahora, cuando salga del hospital y sepa que Carlos haya venido a buscarme, lo haré con peluca. ¡Es un exhibicionista! Si os acordáis ya lo hizo cuando fuimos a Manzanares el Real, estábamos en el castillo, me intentó ayudar a bajar un escalones y al hacerlo se me subió el vestido que llevaba, creo que me vio el culo el pueblo entero, encima recuerdo que justo cuando lo hizo era el momento en el que más gente había. Quizás sea que lo recuerdo yo así, o puede que no fuera para tanto.
Estamos de vuelta en el hotel y empieza mi castigo, sospecho que placentero. Tengo ganas, estoy inquieta por saber cómo espera castigarme.
Estamos en la puerta de la habitación, Carlos me pide que le espere un segundo, cuando sale lo hace con uno de mis foulares en la mano.
—Señorita. Esta noche eres mía. La primera y única norma es que de momento no vas a poder ver nada. Quiero que te centres en tus sensaciones y que el resto de tus sentidos sean los que te hagan disfrutar. Y bueno, la segunda, aunque no es una norma espero que sea muy placentero para ti - me da un beso de esquimal, me derrito. ¡Amo a este hombre!, pero quiero reírme un poco de él.
—¿Y cuando se supone que no soy tuya? —pregunto divertida.
—Bueno, cuando te olvidas que has quedado conmigo. Recuerda que esto es un castigo por ello...—me guiña un ojo —Me tapa los ojos con delicadeza, pero con firmeza —Preciosa, ahora sí puedes entrar —me guía por la habitación, deja que me apoye en la pared y oigo como se cierra la puerta detrás de mi.
Definitivamente, no veo nada, me ha tapado los ojos a conciencia y sé que estoy despierta porque me vibra la piel, por cómo oigo sus pasos dolorosamente lentos, como me roza suavemente la mano con sus dedos. Necesito saber. El sentido de mi oído se agudiza aún más y creo escuchar los latidos se su corazón, ¿o es el mío? Ahora mismo solo le oigo moverse para un lado y un sonido de mechero, creo que está poniendo velas por la habitación. Oigo que enciende el ipad y pone una pista musical muy relajante, casi erótica... Sí, lo reconozco, me encanta. Creo que me voy a tener que "portar mal" muchas más veces, si este es el castigo, quiero estar castigada el resto de mis días. O sí, me parece genial.
—Levanta los brazos. Te voy a quitar la parte de arriba de la ropa —susurra con su boca pegada en mi oreja y pasa su lengua por mi lóbulo de una manera casi efímera.
—Vale —obedezco mientras levanto los brazos. Me quita lentamente el jersey y araña ligeramente mi piel al hacerlo. Después me quita la camiseta y desliza los dedos por mis brazos al hacerlo con una suave caricia —Ahora el resto —Noto como baja mi pantalón, el tanga y como me quita suavemente los zapatos. Me ayuda a salir de la ropa
—Muy bien. Ahora te voy a quitar el sujetador y vas a estarte quieta, ¿de acuerdo?
—¿Es una orden? —pregunto intrigada.
—No, pero sé que me vas a hacer caso. Tienes que cumplir el castigo.
—Sí —me río, lo ha dicho muy serio -¿Qué te ha dado por leer cincuenta sombras de grey?
—¿Cincuenta qué? —vale eso es que es autodidacta, pero seguro que ha mirado en internet. Creo que ha puesto velas por la habitación, el sonido de antes y el que huela a cera con un ligero olor a chocolate me lo confirma.
—Pon las manos al frente y junta las muñecas —hago lo que me dice —Muy bien. Buena chica.
—Oye, eso de buena chica no me gusta, parece que fuera tu perrita a la que le das un premio por sentarse cuando se lo dices...
—Está bien, perdona... —suspira un poco cansado de mi falta de concentración —Cállate y concéntrate Marta —me da un beso apasionado que me corta la respiración. El roce con su barba me deja los labios sensibles, algo irritados y se me olvida lo que iba a decir.
—¿Me has puesto unas esposas metálicas, Carlos?
—Sí, en el súper no había otras...Y cállate —me regaña cariñoso —o te voy a acabar amordazando... Insisto relájate, concéntrate en tus sentidos y sobretodo, disfruta. Si algo no te gusta me lo dices por favor.
—De acuerdo —cedo.
CARLOS
Estoy desnudo. Empiezo a realizar una cadena de besos por todas las partes del cuerpo de Marta. Giro la cabeza y veo que el champán está a la temperatura exacta, muy frío. La empujo hacia la cama, hasta que la parte posterior de sus rodillas tocan la cama se doblan y le ayudo a caer despacio. Me quedo un segundo de pie admirando su belleza, es muy guapa, le doy otro reguero de besos y cuando veo que la temperatura de su piel ha ascendido, como sus pezones reclaman mi atención y como el arqueo de su espalda me exige que siga decido levantarme un momento.
Cojo un bombón me lo pongo entre los dientes y se lo pongo en la boca. Al notarlo abre la boca, cada uno de los dos tiene una mitad y empezamos a masticarlo.
—¡Riquísimo! ¡Son mis favoritos!
—Lo sé —le digo —¿Quieres otro?
—¡Por favor! —No le hago caso. Me incoroporo de nuevo y abro la botella de champán. Vierto el líquido en una copa y a continuación la inclino lo suficiente como para que empiece a descender por el cuerpo de Marta. Inmediatamente me encargo de recoger el líquido burbujeante con la lengua. Beberlo de su cuerpo sabe mucho mejor. Empiezo a besarle un pezón, lo acaricio y lo muerdo ligeramente.
—¡Ay!
—Perdón —me disculpo.
—No te disculpes —me encanta.
—Me alegro —vuelvo a repetir la operación.
Sigo chupando, besando y acariciándola. El cuello, brazos, boca, los pechos, todo.
Me doy cuenta de que apenas huelen las velas. Eso me desconcentra. Se supone que todo tenía que salir perfecto. Me levanto de nuevo y pongo una barra de incienso de fresa. Cuando vuelvo junto a Marta veo que la espera le ha hecho erizarse su piel. Decido que ha llegado el momento de dejar se ser malo. Bajo a su monte de Venus y empiezo a saborearla. De repente empieza a sonar algo, parece una alarma de incendios.
—¡Mierda !—exclamo.
—¿Carlos qué pasa?, ¿qué suena?
CONTINUARÁ...
¡Hasta aquí el post de hoy!
Espero que os haya gustado. Muchas gracias por leerme. Espero ansiosa a leer vuestros comentarios :)
Pero bueno....cómo "cortas" el relato en lo mejor !!!
ResponderEliminarJajaja, pobre Carlos, mira que el chico pone empeño en ser el tio más romántico del mundo, pero casi siempre se le tuerce todo. Malditos apartamentos americanos con alarma contra el fuego....eso en España no pasaría !!
Me he divertido mucho con el fragmento de hoy, muchas gracias !
¡Hola Maribel! Carlos y la suerte ¡parecen antagonistas! Me da pena, pero me lo paso tan bien haciéndole que fracase xD. Sí soy un poco mala. Pero tranquila que cuando las cosas van mal, siempre pueden salir peor. Ahí lo dejo xD. Un abrazo..
EliminarJajajajaja ¡Por favor! ese Carlos y su suerte.
ResponderEliminarMe ha encantado pero lo costaste en lo mejor :/
Besos!
Sí Isa, Carlos y suerte no casan bien. Veremos qué ocurre a partir de ahora... xD. ¡Un abrazo!
EliminarMira que eres mala!!
ResponderEliminarPobre Carlos, se merece un monumento... Cuanto más le pasa, más me gusta.
Besotes
Mala, ¿yo? No, ¡soy peor! Jajajajajaja, pobrecito, a veces me da pena. ¡Un abrazo!
EliminarJAAJAJAJAJAJ este pobre hombre... ¿es que no le sale nada bien? xD
ResponderEliminarNo, no, no. Todo mal xD. ¡Un abrazo!
EliminarHola guapa!!
ResponderEliminarBonito relato, ya me tienes por aquí. Besotes ;)
Gracias Nocturna. ¡Bienvenida! Un abrazo.
EliminarHola!! Soy Esther Galán del blog El Lado Oscuro. Yo también formo parte de la iniciativa de "Seamos Seguidores". Te sigo y te dejo el link a mi blog.
ResponderEliminarhttp://esthervampire.blogspot.com.es/
Un abrazo y nos leemos!!!