Me destapo, no queda otra, tengo que ir a buscar a Daniela al aeropuerto. Hoy no puedo dormir, salgo de la cama que huele a Marta. Abro el amplio ventanal y subo la persiana para que se ventile la habitación, recojo un poco el desorden, me ducho, un café solo y a buscar a mi cuñada, es lo que toca.
CARLOS

El sol entra por las amplias cristaleras del aeropuerto y le da ese aspecto que siempre me ha recordado a un lugar mixto entre una oficina y un lugar de relax. Se mezclan en el mismo espacio gente de negocios con gente visiblemente cansada por las horas de vuelo, a la vez que hay hombres con camisas de flores y mujeres con menos ropa de la necesaria, indican que van a algún lugar paradisíaco a pasar unas vacaciones.
Me fijo en que cerca del Mc Donals en el que había quedado con Daniela, hay una mujer rubia de pelo corto con grandes gafas de sol, un periódico al revés y dos maletas tamaño XXL.
—Psss, pissss —me llama la mujer, cuando me acerco no me puedo creer lo que veo... La mujer con más que maletas, baúles es mi cuñada.
—¡Daniela! ¿Pero qué haces así? Dime que en esas dos maletas lo único que traes son chorizos de cantimpalo, croquetas de tu madre, jamón ibérico y salchichón... —Digo intuyendo de antemano la respuesta.
—Por favor, vayámonos de aquí, luego te explico.¡La gente me mira raro!¡Me han pedido ya tres veces un autógrafo! Me han dicho eso de Taylor, ¿ me puedes firmar un autógrafo? La gente de aquí está muy loca...
—Para lo que hace falta estar loca es traer esas dos maletas para una semana...
—¿Una semana? En realidad, me mudo una temporada aquí. De momento me quedo en vuestra casa. Escribí a Marta ayer antes de coger el vuelo, digo ayer, digo hoy —dice nerviosa — ¡Malditos usos horarios, ya no sé en qué día vivo! Le dije que me venía aquí a vivir con vosotros. ¡He dejado el trabajo! —entro en shock. Me agarro a la fila de asientos en los que estaba sentada Daniela cuando la he visto y dejo caer mi peso a plomo, me llevo las manos a la cabeza que siento que me da vueltas.
¡Mi cuñada viviendo en casa! ¡Qué locura! Si convivir con una mujer ya es difícil, vivir con dos y siendo una de ellas mi cuñada, ¡Va a ser un caos! Daniela es como un huracán. Cambia todo de sitio, es desordenada, tiene una energía que es capaz de agotar, ¡hasta a un niño! Sí, pero no un niño cualquiera, sino que agota hasta a los niños pesados, esos que se cuelgan de la pierna de su madre reclamando atención.
—¡Carlos! —noto que me golpes en la cara —¡Cuñado! —sigue pegándome, recupero un poco la conciencia— ¡No dejes viuda a mi hermana sin serlo! ¡Espera a morirte después de casarte! —me moja la cara con una botella de agua —¡Coño Carlos, no te vayas! ¡Espera para que al menos Marta cobre la pensión de viudedad!
—¿Daniela?— pregunto —¿Eres tú?
—¡Pues claro so cenutrio! ¿Estás bien? —Lo único que le importa es que su hermana cobre la pensión de viudedad. No ha podido decirme, eso de "Carlos piensa en mi hermana que te necesita". Solo ha pensado en el dinero. Aunque sé que lo ha dicho porque no ha sabido reaccionar. No lo piensa realmente. Me recompongo un poco.
—¿Y tú trabajo?
—Lo he dejado —responde resuelta.
—¡Pero si te encantaba! —exclamo. Esta mujer es un culo inquieto.
—Eso pensaba yo, pero no es lo mío. No quiero estar toda mi vida sentada en una oficina diseñando modelos de sofás.
—Daniela, también diseñas vestidos y collares... Eres una artista.
—Ya, pero no. Necesito un año sabático....
—¿Otro más? ¿¡Y qué hiciste el año pasado en Byron Bay!?
—Lo del año pasado no cuenta. En Australia estuve trabajando....—se defiende —Haciendo collares y dando clases de surf...
—Sí y bebiendo cervezas hasta el amanecer, durmiendo cada noche con uno diferente... Recuerdo que cuando viniste en Navidad el año pasado, lo hiciste con ese chico, Alfred, de pelo largo que no paraba de decir eso de "peace and love" a la vez que hacía ese gesto de cruzar los brazos por delante con un porro de Marihuana en la boca. Tu madre estuvo a punto de no dejarte coger de nuevo el avión de vuelta.
—Sí a ese le pille en la playa follando con Emily, una amiga. Cuando los ví me preguntaron si quería unirme a ellos y aunque me lo pensé, decidí solo mirarles. En ese momento me di cuenta de que esa vida no era la que quería para mí y volví a casa.
—¿Entonces que vida es para ti?
—Creo que un aeropuerto no es el lugar adecuado para que nos pongamos filosóficos —Corta Daniela tajante —¡Anda por fi! Ayúdame con las maletas...—Más conciliadora.
MARTA
No ha sido muy difícil venir. Me he perdido un par de veces, pero tampoco ha sido para tanto. La terapia no todos los días son iguales. Hoy a primera hora de la mañana estuve haciendo unos ejercicios para estimular los músculos, mejorar la coordinación y la concentración bajo la supervisión del doctor Smith. Ha estado tranquilo y como siempre que estoy en la consulta nunca mira más de la cuenta. Se toma muy en serio su trabajo y aunque fuera sí que se insinúa, dentro pareciera que soy una enferma de ochenta años, no se fija. Después tocaban los ejercicios de fisioterapia y más tarde sola, llamé varias veces, pero no me lo cogió. Quedé con él, en que le llamaría a la hora de la comida, pero que si lo intentaba un par de veces y no me lo cogía no hacía falta que viniera. Necesita dormir después de la mudanza. Vi em el móvil que tenía un mensaje de Daniela, diciendo no sé qué de una sorpresa, pero no quise darle importancia. A mi hermana es mejor no tomársela muy en serio.
Después tuve ejercicios en la piscina, al salir del agua me he tropecé y me costó bastante levantarme. No controlaba bien mi cuerpo y nadie vino a ayudarme. Tenía a una persona a mi lado, pero me dijo que tenía que tratar de levantarme y que si no podía me iban a tener que dar unas muletas para poder caminar bien. El tratamiento es lento y me cuesta coordinar un poco los pies algunas veces. Afortunadamente dura pocos minutos y el cuerpo pronto empieza a reaccionar con normalidad. Más tarde tuve consulta con la doctora Choo, para analizar mi evolución psicológica y saber cómo estaba llevando todo. Parece que todo va bien y mi cabeza sigue en su sitio.
Echo de menos a mi hermana. Aunque me agota muchas veces y me cuesta estar más de tres horas con ella si no es de compras, la quiero mucho y tiene esa vitalidad, ese ángel, que aunque de vez en cuando se transforma en demonio, es capaz de hacer lo que le da la gana haciéndonos creer que es porque lo hemos pedido.
Ya estoy vestida y como son las cinco, supongo que Carlos estará ya abajo esperándome. Solo con pensar en él sabiendo que estará abajo esperándome con su gran sonrisa dispuesto a dar la nota con tal de darme un beso mejor que el de las películas. Solo por eso, merece la pena el día. Entro en el ascensor y pienso que hoy ha sido un día bastante tranquilo. Tengo mariposas en el estómago. ¡Cómo he echado de menos a mi perfecto caballero de armadura de cartón! Sí me refiero a Carlos. Es un caballero porque me hace sentir la mujer más importante del mundo y con armadura de cartón porque a pesar de que lucha contra los imprevistos, pocas cosas le salen bien. Pero no lo cambio por ninguno otro que tenga la dentadura perfecta, aunque lleve una armadura de hierro y tenga un corcel blanco al que llame Veloz. El doctor Smith, es de esos hombres que para verlos en las revistas están bien, de los que puedes fantasear de vez en cuando imaginándolo haciendo ciertas cosas en las que hay muchos gemidos y cuerpos sudorosos. Pero nada más que una fantasía erótica.
—¡Marta! —grita una voz cuando salgo del ascensor distraída. ¡Mi hermana! ¡Esa es la voz de Dani! Empiezo a salir a empujones en busca de la voz que me ha llamado. ¡Mi trasto favorito ha venido a verme!
CONTINUARÁ
¡Hasta aquí el post de hoy!
Espero que os haya gustado. Muchas gracias por leerme. Espero ansiosa a leer vuestros comentarios :)
Espero que os haya gustado. Muchas gracias por leerme. Espero ansiosa a leer vuestros comentarios :)
Madre de mi vida, menos mal que tengo un hermano más bien sosillo xD si no me daba algo jajaja que se les acopla en casa!! JAJAJAJA me meo xD sin trabajo, sin casa... la que les espera jajaja liala con el doctor anda que le pega xD
ResponderEliminarQue caos es Daniela y eso que no se ha instalado...Ese doctorcito no está tranquilo porque sí, algo se guarda lo sé, lo sé... jajaja Me encantó, pobre Marta con todo ese malestar de las terapias, pero que siga adelante que la necesitamos recuperada.
ResponderEliminarBesotes
Si, si, si....el terremoto ya está aquí !!!
ResponderEliminarCreo que la hermana va a darle mucha vida a esta historia, espero que encuentre trabajo y se quede mucho tiempo !
Besos !
madré mía pobre Dani! jaja muy bueno, sigue así<3
ResponderEliminarJajaja, que gracia me ha hecho lo de "peace and love". Lo que le va a tocar a Carlos, adiós a la intimidad de casa :)
ResponderEliminarBesos!