Felicidades mamás

A todas las madres del mundo y en especial a la mía.

Mamá, quizás sea esa la palabra que más repetimos a lo largo de nuestra vida y la primera persona en la que pensamos cuando necesitamos algo. Nos educaron a base de grandes toneladas de amor y mucha, pero que mucha paciencia. Puede que se hayan equivocado alguna que otra vez, pero es normal, son humanas y hasta las súper mamás como la nuestras, como la mía, se equivocan.

Pocas palabras de ánimo son tan efectivas como las que dice una madre. Nadie se alegra tanto de nuestros aciertos como ellas y nadie es capaz de entender esa unión casi mágica que tenemos con nuestras madres. El cordón umbilical o compartir las cuarenta semanas de embarazo estando literalmente pegadas a ellas, supongo que tiene mucho que ver. Ninguna persona en el mundo nos quieren como nos quieren ellas, su amor es incondicional, sin reservas, sin peros... Puro... Probablemente el más profundo que llegamos a sentir en nuestras vidas.

Ni la adolescencia, época en la que solemos ser más rebeldes, impide que una discusión con nuestras madres puedan dejarnos hechos polvo y que el arrepentimiento aparezca tan pronto como el enfado disminuye. Podríamos ser perfectamente capaces de dejarnos de hablar con cualquier persona, pero con nuestra madre... Con ellas, todo es diferente, es especial.

Para mi es absolutamente inviable no tener la oportunidad de pedirle consejo, de que me de su parecer, o que no me diga lo que tengo que hacer sin que yo le pida opinión. Porque sí, las madres son a veces pesadas, muy pesadas, probablemente se metan donde no les llaman y nos traten muchas veces como si fuéramos niños de jardín de infancia. Pero eso forma parte de su encanto, porque cuando estamos con ellas todos volvemos a ser un poco más pequeños y ya tengas dos años, quince, treinta, cincuenta o más años, las necesitamos. Necesitamos a las mujeres que nos dieron la vida, necesitamos a la primera persona que conocimos al nacer, necesitamos a nuestra madre.

¡Felicidades mamás del mundo, sois nuestras súper heroinas!

Felicidades mamá, ¡eres la mejor del mundo mundial!