Abogados, sacaos el palo del culo

12.4.16

Buenas tardes romanticones.

Como veis el título del post promete. 
En estos primeros días en los que me estoy enfrentando por primera vez de manera real y con vocación de seguir, a mi vida profesional me he topado con una clase de abogados, que contrariamente a lo que pueda parecer, nunca me había encontrado con ellos en los sitios en los que he trabajado: los que tienen un palo metido por el culo.

Algunos de ellos (yo todavía aunque se puede decir que casi lo soy hasta que el Ministerio de justicia, como se diría en términos jurídicos, no provea, no soy nada), parece que por poder ponerse la toga ante un tribunal están por encima del bien y del mal. No andan, sino que pulen el suelo; no te miran sino que hacen el inmenso esfuerzo de prestarte atención, y no te hablan, sino que te dan una clase magistral acerca de si es mejor comprar un coche u otro. Sí, reíros, ¿pero a qué algunos abogados parecen que van así por la vida? Esa clase de personas son los que dan mala fama a la profesión.

A lo largo de mis años de carrera y por los ejemplos que tengo cercanos he comprobado que la gente brillante no es una estirada. Es más, suelen ser personas que te escuchan con tanta atención que hasta te hacen sentir importante, aunque con quien hablen sea una simple becaria/ estudiante, y esa es la gente de la que nunca se habla. 

Podría contaros unas cuantas anécdotas por llamarlas de alguna manera, del despacho en el que he empezado, pero eso lo dejaré para otro momento, aunque os anticipo que a este paso me da para escribir una pentalogía de libros. 

Hay algunos abogados tan estirados que cuando les veo sufro. Temo que el palo que tienen en su cavidad anal, de tan largo que es, se les vaya a salir por la cavidad bucal en cualquier momento y hay una duda que me surge: ¿de verdad es necesario? Vale que la carrera es dura (supongo que todas tienen su dificultad), que eso de saber tanto derecho de una rama que casi cualquier caso que te llegue podrías tenerlo ganado o por lo menos salir bien parado, debe ser alucinante. ¿Pero es qué eso les convierte en mejores abogados? ¿Desde cuando el traje y corbata hace a la persona? ¿Es que si sonríen en el trabajo pierden conocimientos jurídicos? ¿O es que son unos amargados? Creo que puede haber un poco de cada, lo que les convierte en completos imbéciles porque viven del postureo, necesitan creerse su papel. 

Luego están los abogados normales, los que se merecen un post para ellos solos. Hombres y mujeres que te hacen sentirte importante aunque lo que digas sea una tontería; que son cercanos, que sonríen, con los que puedes tener una conversación normal, ¡y hasta te ayudan! Increíble, ¿verdad? Pues os juro por mi título de la UAM que existen. Sí, y son personas excepcionales para los que no eres un número, ni un caso, sino una persona. Con los que te dan ganas de quedarte más tarde de tu hora trabajando porque te hacen sentir que formas parte de un equipo en el que todos sus miembros son importantes y que cuando hablas con ellos se te pasa el tiempo volando. ¿Qué puede haber más friki que dos abogados hablando de derecho? Pues unos cuantos, borrachos hablando de la diferencia entre robo y hurto o la doctrina del levantamiento del velo.
Hay compañeros que cuando dejas esa empresa o despacho lo haces con lágrimas en los ojos y que en el día que tendrías que verles y no les ves por haber terminado tu contrato, les echas de menos; de los que te acuerdas tiempo después, a los que tienes en las redes sociales o con los que mantienes. Vamos, gente normal. ¿Es tan difícil lograrlo?

En fin, que este post empieza a desvariar.

Hasta el próximo post ;)



1 comentario:

  1. xD
    Mi mejor amiga es abogada, así que sí, yo también conozco a abogados que son gente normal :)
    Te he conocido porque yo también formo parte de la iniciativa catálogo blogger y me quedo por aquí ;)
    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar