Llevo una temporada bastante desconectada de por aquí, por varias razones, que hasta ahora no me había parado a pensar.
De vez en cuando necesito mi tiempo de desconexión, de encerrarme en otras cosas y el blog en ocasiones se me hace pesado mantenerlo, al igual que las redes sociales. Nadie me obliga a estar, pero si no estás desapareces y nadie te echa en falta.
Vivimos en una sociedad en la que estamos constantemente conectados, recibimos mensajes de todo tipo que olvidamos a la misma velocidad que los leemos. Un estrés en el que no hay tiempo para parar, respirar y seguir... Así es como me llevaba sintiendo un tiempo. Con cada vez menos energía para escribir y para publicar nada. Como si estuviera constantemente en una discoteca en el que la música atronadora no me dejara tiempo para disfrutar, moviéndome a un ritmo que cada vez me gustaba menos. Por eso, este tiempo de parón. No solo del blog y de Facebook, también de todo. Durante este tiempo he aprovechado para centrarme en otras cosas, como leer más, estar más pendiente de la gente que me rodea y disfrutar de mi vida real. Y cuando hablo de real me refiero a mi familia, mis amigos, mi pareja, leyendo lo que me ha apetecido, haciendo excursiones, o simplemente perdiendo el tiempo viendo un programa de televisión... En definitiva tomando contacto con el más allá del ordenador.
Hay veces que pienso que antes de tener redes sociales y de estar conectados constantemente vivíamos una vida mucho más plena, pero también nos permite hablar con gente que hasta hace nada no podíamos hablar con la misma inmediatez. No reniego de las ventajas de los avances, creo que en general traen muchas más cosas positivas que negativas, pero sí creo que hay veces que si nos centramos mucho en el mundo virtual puede provocarnos insatisfacción e infelicidad. Así es como me he llegado a sentir. Por eso mi ausencia.
Creo que el gran desafío al que nos enfrentamos hoy en día es a ese difícil equilibrio de estar en las redes sociales, sin dejarnos absorber demasiado y tener tiempo para aquello nos gusta y para quienes nos rodean.
Vuelvo, eso lo tengo claro, no puedo decir que vaya a publicar con cierta asiduidad porque la verdad no lo sé y sería mentiros. Voy a ver si esta vez soy capaz de mantener el equilibrio y no desaparecer más.
Hasta el próximo post
Descansa todo lo necesario :).
ResponderEliminarYo con el tiempo he conseguido vivir en equilibrio entre los dos mundos, el real y el de internet. Pero si te dejas arrastrar por el segundo, y más en casos de bloggers y tal, el estrés acaba siendo demasiado grande.
Un beso.
Hola, una entrada genial y estoy de acuerdo por completo en lo que comentas. Sin duda es bueno desconectar de todo de vez en cuando. Y sin, con esto de las redes sociales y estar activo siempre hemos olvidado vivir la vida real... fuera de facebook o instagram... Creo que en la justa medida todo puede ser bueno pero hay que encontrar el equilibrio.
ResponderEliminarBesotes