Buenos días.
Un título llamativo para entonar un mea culpa por ser eso: una feminista de pacotilla.
Se supone que las mujeres somos fuertes e independientes que no necesitamos que ningún hombre haga nada por nosotras. Esa es nuestra aspiración la realidad... No siempre es así.
Esta semana pasada y la anterior no he tenido coche cuando miré el tiempo que tardaba en transporte público (hora y media) me pareció totalmente inviable ir sin coche. Menos mal que el señor Romanticón y mis padres me dejaron los suyos sino habría buscado otra alternativa como acampar en la oficina, lo que no sé es si estarían muy de acuerdo o para mi salud mental cómo iba a ser.
Hablando en serio, se me rompió el radiador y por él salía líquido anticongelante. Menos mal que no soy torpe del todo que días antes, me fijé que salía un poco de agüilla de la parte delante del coche, pero y aquí viene mi error garrafal: no me dio por abrir el capó: sino que esperé que el de siempre me lo mirara. ¿Y todo por qué? Pues por vaguería porque yo soy de las que llevar el coche es conducirlo echarle combustible cuando queda poco. Un error garrafal que voy a tratar de que no me pase más.
Sinceramente creo que no soy la única ni la última a la que le pasan estas cosas. Nos cuesta muy poco decir "soy una mujer independiente que no necesito a ningún hombre" pero luego que nos dé pereza si hay que arreglar un enchufe, mirar las cuentas o mirar el nivel de aceite del coche.
Nos guste o no (y os juro que estoy tragando bilis) nos hemos educado en una sociedad que sigue siendo machista y estamos constantemente repitiendo conductas que no son igualitarias. Muchas veces sin darnos cuenta y otras, aun dándonos cuenta haciendo la vista gorda. No es eso de lo que va la vaina.
Igualmente, creo que a todas las generaciones les toca hacer una función: a la mía de tratar de limitar al máximo las conductas machistas a la siguiente que ser igualitaria de verdad. Y con ello no me refiero a que tenga que haber cupos para mujeres en trabajos como por ejemplo de bombero donde se necesita una gran fortaleza física que las mujeres (y seamos sinceras) no tenemos por un tema biológico. Sino que cada cual tenga el rol tenga el rol que se merezca por sus cualidades físicas o mentales. Con las sociales es distinto salvo excepciones tanto hombres como mujeres podemos hacer las mismas tareas en el noventa y nueve por ciento de los casos y si tú mujer que me estás leyendo si se te ha estropeado el enchufe de la cocina y no sabes arreglarlo aprende. Porque los hombres nos tomarán en serio cuando nosotras mismas nos tomemos en serio.
Por último, nunca dejéis que alguien os diga que no a un objetivo que tengáis. Es vuestra vida no la de quien os dice no, y tienen dos opciones: ayudar o apartarse, pero no consintáis que se queden en medio de vuestro futuro y lo que queráis.