Siempre que voy a mi lugar favorito en el mundo, esté mucho tiempo o dos días, siempre, siempre, siempre me leo al menos un libro y esta vez fue el turno de: Que se detenga el tiempo de Irene Romo.
Ada está huyendo de su vida y se marcha lejos, muy lejos, en concreto hasta el lugar en el que fue tan feliz y llevaba tanto tiempo sin pisar. Siente la necesidad de escapar porque solo así podrá reiniciar su vida y que nadie la juzgue, nadie la critique y que pueda acallar todas esas voces que la tienen martirizada. Quiere huir del dolor, lo que no contaba es que no le resultará fácil y habrá personas que le reabrirán viejas heridas, entre ellas Enol, un factor con en el que no contaba y complica más la ecuación de su vida.
Con una manera de escribir en el que los sentimientos salen desde las entrañas descubrimos a una Ada rota pero no acabada. Me gusta de su personalidad que aunque se castiga por un error del pasado, en el fondo tiene esa energía que le hace seguir a no sabe donde, pero no se rinde. Aunque ella no lo vea es una mujer muy fuerte, justa y crítica. Quise abrazar a la protagonista y ser esa amiga, la típica que cuando estás mal te da los clínex para que se sonase los mocos y es que Ada es puro amor.
De Enol destacar que además de ser un buenazo, tiene ese punto testarudo y de viejoven que roba el corazón.
Los secretos que esconde la novela no los desvelaré porque de verdad que merece mucho la pena la historia y perderte entre las páginas hasta que lo acabas. No sé vosotras, pero he pasado de no saber dónde estaba Cudillero a querer pasarme por allí un puente a ver si me encuentro con Enol y Ada.
¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?